Varios centenares de musulmanes participaron ayer al mediodía en una oración colectiva en la plaza barcelonesa de Joan Miró -antiguo Escorxador- para protestar públicamente contra las caricaturas del profeta Mahoma publicadas por un periódico danés. La concentración, que contaba con los permisos oficiales, supuso un acto de desafío a los sectores islamistas oficiales de Cataluña, que han querido evitar que las protestas por las caricaturas salieran a la calle, para evitar desmanes. Unas 1.500 personas participaron en el acto según los convocantes, mientras que la Guardia Urbana asegura que sólo había unas 300.
"El islam es una religión detolerancia y diálogo, pero no aceptamos los insultos", clamó ayer desde lo alto de una tarima, convertida en púlpito, el imán Mohamed Buafrati, de 34 años, oriundo de la ciudad marroquí de Nador y afincado en Viladecans, donde trabaja como albañil. La oración de ayer viernes, la más importante de la semana para el islam, congregó, confundidos, a chiítas y sunitas, de diferentes nacionalidades, pero mayoritariamente de Pakistán, Marruecos y Bangladesh. La ceremonia de estas características, que suele durar poco menos de 30 minutos, se prolongó ayer durante cerca de tres horas, ya que los mensajes y sermones se pronunciaron sucesivamente en cuatro lenguas diferentes, por no menos de seis imanes.
El acto fue convocado por la plataforma Fe y Diálogo, constituida por una treintena de asociaciones laicas de inmigrantes, que trata de convertirse en una alternativa del Consejo Islámico de Cataluña, de carácter oficialista y en la que están representados los imanes y otros líderes religiosos.
Antes de finalizar los rezos y dar por concluida la manifestación un portavoz de la plataforma Fe y Diálogo leyó en catalán y en castellano un manifiesto en el que se califica las caricaturas de blasfemia que "esconden un odio y una enemistad hacia el islam y los musulmanes".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de febrero de 2006