La Romareda acogió al Barcelona hace un mes, en la ida de los cuartos de final de la Copa, para desgajarle con un 4- 2. Del partido salió engalonado el Zaragoza y trasquilado Rijkaard. Aunque su equipo tenía numerosas bajas -Motta, Deco, Eto'o y Valdés, que fue suplente-, al holandés se le achacó que diera descanso a Puyol tras 32 partidos seguidos sin parar. Hoy, para el mismo escenario y en partido de Liga, ha prescindido de Oleguer.
Quizá la ausencia de Puyol repercutió en el resultado; el zaguero es el más rápido de su línea -puede corregir la posición- y los tantos del Zaragoza llegaron por la velocidad de Ewerthon y la facilidad para colarse entre líneas de Diego Milito. Al Barça, por lo demás, siempre le cuesta enfrentarse a dos delanteros natos porque obligan a Edmilson a jugar de tercer central y no de medio.
La exclusión de Oleguer puede influir en otro aspecto: en el ocho aragonés. "Cani, adaptado a la banda izquierda por obligación [Savio, que vuelve a la convocatoria, ha estado lesionado], se ha destapado como un medio determinante", asegura Víctor Muñoz, técnico del Zaragoza. Sin Oleguer, el lateral será Gabri o Belletti, jugadores de mayor capacidad ofensiva.
El entrenador azulgrana ya ha avisado: "El Chelsea juega más compacto y más agrupado en defensa que el Zaragoza, pero ambos tienen un contragolpe peligroso".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de febrero de 2006