Todo Gobierno tiene la obligación de diseñar y dirigir la política antiterrorista para evitar víctimas y buscar la paz, y toda oposición tiene igualmente la obligación de apoyar a su Ejecutivo en esa materia, "incluso cuando se equivoca". Ésa fue la idea central de la intervención del ex presidente del Gobierno Felipe González en el acto de homenaje a Fernando Buesa, el dirigente socialista asesinado hace seis años por ETA con su escolta, Jorge Díez, celebrado ayer en Vitoria. Fue su modo de reclamar el apoyo del PP, sin mencionar nunca a ese partido, a la acción de José Luis Rodríguez Zapatero.
González completó su idea afirmando que "ni un solo Gobierno ha dejado de cometer errores en esa difícil lucha contra el terrorismo", y puso como ejemplo su propio silencio durante las conversaciones del Ejecutivo de José María Aznar con ETA. Y ello pese a que pensaba, dijo, que se estaba equivocando al iniciar el diálogo con la única base de una tregua condicionada a exigencias políticas, las contenidas en el Pacto de Lizarra, y al referirse a la banda como "Movimiento de Liberación Nacional Vasco". "Este Gobierno no es más legítimo que el anterior, pero es tan legítimo como él para intentar lo que crea que debe para acabar con esta lacra", añadió.
La división entre demócratas "es hoy el riesgo más serio de fortalecimiento de los terroristas", porque les proporciona "el único espacio" de influencia política que conservan, justo cuando "han perdido toda esperanza" de logros políticos, añadió.
El ministro del Interior, José Antonio Alonso, recalcó que la derrota de ETA "es una evidencia", pese a que siga actuando y sea necesario "utilizar toda la fuerza del Estado de derecho" contra ella. El presidente del PSOE, Manuel Chaves, garantizó -en presencia de la viuda de Buesa, Natividad Rodríguez, arropada por sus tres hijos- el compromiso "siempre" con la memoria de las víctimas, mientras el secretario general del PSE, Patxi López, quiso "solemnizar" la idea de que la paz no tendrá precio político ni se basará en la autodeterminación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de febrero de 2006