Los quioscos se están quedando pequeños para albergar todos los periódicos, revistas, coleccionables, libros y DVD. Muchos de ellos no tienen ya espacio para almacenar todos los productos. Y la competencia de otros puntos de venta, la prensa gratuita, los bajos índices de lectura e Internet no les favorecen nada.
Ante este panorama, la Asociación de Vendedores Profesionales de Prensa de Madrid ha creado un plan que durará hasta 2010 y que presentó ayer con el apoyo del consejero de Economía, Fernando Merry del Val.
El proyecto pretende renovar los quioscos y también ampliar las áreas de negocio. "Nos gustaría poder vender agua mineral o MP3", puso ayer como ejemplo Enrique Fernández, presidente de la asociación de quiosqueros.
La asociación de vendedores apuesta "por la innovación para adaptarse al nuevo marco competitivo", agregó Fernández. El plan también pretende incrementar los ingresos por publicidad y "establecer una estrategia de mercadotecnia".
La Asociación de Vendedores Profesionales de Prensa de Madrid fue fundada en 1977 y representa al 80% de los quiosqueros de Madrid capital (750 asociados). Los vendedores saben que necesitan renovarse. Y aportan datos. "El 61,4% de nuestros asociados vio disminuir su facturación en 2005", alertó Fernández. Hay más debilidades a juicio de los vendedores de prensa: el espacio limitado, el bajo nivel de informatización de los quioscos o una normativa municipal que es "demasiado estricta".
Pero también hay números positivos para los quiosqueros. "Tenemos una cuota de mercado alta, estamos muy arraigados en la cultura madrileña y tenemos menos gastos que cualquier comercio", apuntaron los vendedores. El 92,6% de los consumidores tienen el quiosco como "lugar favorito" para comprar el periódico, según una encuesta de la asociación. Además, "la cercanía al domicilio" y "la accesibilidad" son los principales valores del quiosco.
El Plan Estratégico de la Asociación de Vendedores de Prensa de Madrid 2006-2010 cuenta con el apoyo de la Consejería de Economía. De momento, la consejería ha aportado a través del Instituto Madrileño para el Desarrollo (Imade) 75.000 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de febrero de 2006