La primera decisión judicial por el caso de las sedaciones practicadas en el hospital Severo Ochoa, de Leganés (Madrid), ha sido favorable a los médicos que las practicaron. El Juzgado de Instrucción número 3 de esa localidad ha archivado la querella por presunto homicidio presentada contra un médico que sedó a un paciente de 78 años que llegó al centro hospitalario en situación agónica y falleció horas después. El juez entiende que hay "falta absoluta de indicios" de criminalidad y que la actuación médica no sólo fue "correcta", sino que no haberle aplicado la sedación podría haber sido incluso "inhumano".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de febrero de 2006