No son pocas las ocasiones en que este periódico, del que soy lector, denuncia, junto con otros medios, la violación de las convenciones internacionales (Guantánamo, torturas, cárceles clandestinas, secuestros, traslados en vuelos secretos...); también los ciudadanos manifestamos apoyo estricto al Estado de derecho, y si la profesora Gema Martín Muñoz lo echa en falta, será, estoy seguro, porque no se hace con la suficiente intensidad. Me pregunto si en el mundo musulmán se denuncian con la misma intensidad la represión de la mujer, las violaciones de los derechos de la infancia, la falta de democracia, la intromisión permanente de la religión en la vida social y política, etcétera.
Todo esto afecta más al mundo musulmán que al occidental, y no creo que sus dirigentes político-religiosos se preocupen por ello tanto como nosotros por las vejaciones a que puntualmente son sometidos por parte de este primer mundo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de febrero de 2006