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Crítica:LA LIDIA | México

Tersura, emoción y petardo

Consintiendo Manolo Mejía al noble pero falto de fuerzas segundo y dándole tiempo y distancia, lo lidió con maestría. Con la pañosa a media altura ejecutó una faena con series de templados naturales. De hinojos, saludó con larga cambiada al cinqueño cuarto. Relajado e inspirado lo trasteó, disfrutando su terso muleteo.

Mala suerte la de Rafael Rivera, pues el astado de su confirmación al rematar en un burladero se fracturó el pitón izquierdo y por el dolor acometía con violencia. Pero con Manolo, el sexto, el potosino con emoción enseñó que, además de personalidad, al torear transmite sus acciones a los tendidos. Bajando la mano cargó la suerte, ligando series de redondos bien ejecutados y, mejor rematados, con acompasados pases de pecho. Por pinchar perdió el trofeo.

Garfias / Mejía, Medina, Rivera

Cinco toros de Javier Garfias: de respeto, débiles excepto 3º y 6º; encastados y bravos: el 2º de Montecristo. Manolo Mejía: oreja y al tercio. Luis Ricardo Medina: pitos en ambos. Rafael Rivera, que confirmó: aviso y palmas; al tercio. Monumental Plaza México, 26 febrero, 17ª corrida, pésima entrada.

Vaya petardo de Luis Ricardo Medina. Frente a Capeto, un ejemplar de bandera, que mereció arrastre lento, zapatillando a larga distancia lo trapaceó. Ante el quinto, bailando desde lejos, le dio mantazos y trallazos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de febrero de 2006