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La bomba que causó cuantiosos daños en Mutriku tenía cinco kilos de explosivo

El comando etarra que atentó en la noche del martes contra la sede del Instituto Social de la Marina de Mutriku (Guipúzcoa) utilizó cinco kilos de explosivo. Los terroristas escondieron la carga en una bolsa de basura, según la policía vasca, que ayer no había determinado aún si se trataba de amonal o amosal.

Los pronunciamientos de repulsa por este atentado, el sexto que comete la organización terrorista ETA en las dos últimas semanas, comenzaron en el Ayuntamiento de Mutriku. Su alcalde, el peneuvista Estanislao Osinalde, leyó un comunicado de condena de los hechos firmado por PNV y EA, los dos únicos grupos con representación en el consistorio. Osinalde recordó que las instalaciones, que sufrieron daños "importantes", son utilizadas por unos 100 vecinos relacionados con la mar para gestionar, entre otras cosas, sus pensiones como pescadores jubilados.

El consistorio denunció el "hastío, la indignación y el enfado" que ha desencadenado este atentado, y la población secundó anoche una concentración de repulsa. Unas 200 personas protestaron contra ETA, en silencio, y durante 10 minutos, en la plaza Txurruka, sin portar pancarta alguna. El alcalde presidió la concentración y al término de la misma indicó: "Lo que más miedo y pena nos da es que sea un freno para el proceso de pacificación que con tantas ganas esperamos".

El Gobierno vasco indicó en un comunicado que ETA "se empeña en caminar hacia atrás" con estos actos terroristas, cuando "toda la sociedad mira hacia delante". "¿Acaso nadie de los que deciden colocar bombas ha caído todavía en la cuenta de que nadie entiende lo que ETA hace, incluida la propia izquierda abertzale?", indicaba la nota.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de marzo de 2006