La Diputación de Guipúzcoa realizará durante el próximo año y medio un estudio para poner en marcha un sistema con el que reducir el ruido en las carreteras provinciales, principalmente en la autopista A-8 y la N-I. El presupuesto de elaboración del informe asciende a 176.320 euros, según anunció ayer el diputado para las Infraestructuras Viarias, Javier Zuriarrain.
El estudio aportará datos sobre el ruido que causa el tráfico en las carreteras, localizará los puntos que exigen una actuación prioritaria y establecerá los planes de actuación para disminuir la contaminación acústica. La institución foral pretende así cumplir la directiva europea sobre evaluación y gestión del ruido ambiental, que obliga a elaborar antes del 18 de julio de 2008 planes de acción en lugares próximos a grandes ejes viarios cuyo tráfico supere los seis millones de vehículos anuales.
En Guipúzcoa, esta normativa afecta a ocho ejes viarios que suman 172 kilómetros: 70 kilómetros de la N-I, 65 de la A-8 y los tramos San Sebastián-Eibar, Hondarribia-aeropuerto, Andoain-San Sebastián, Eibar-Arlabán, Beasain-Kanpazar y Oiartzun-Rekalde. Zuriarrain señaló que el Departamento de Medio Ambiente está a punto de culminar la elaboración de los mapas estratégicos del ruido en las grandes vías de comunicación vascas.
Por otro lado, el portavoz foral, Koldo Azkoitia, mostró su satisfacción por el apoyo que el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, ha dado a la propuesta de la Diputación de ampliar en 300 metros la pista del aeropuerto de Hondarribia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de marzo de 2006