Una declaración institucional del Parlamento vasco ofreció ayer la consideración de víctimas del terrorismo a los cinco trabajadores que perdieron la vida por disparos de la policía en los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria. Ese día había sido convocada una huelga general en demanda de mejoras laborales. Una asamblea de trabajadores en una iglesia fue disuelta por agentes de la entonces Policía Armada, que lanzaron gases al templo. Quienes iban saliendo fueron recibidos a tiros, con el resultado de cinco muertos y decenas de heridos. En esas fechas era ministro de la Gobernación Manuel Fraga.
La declaración aprobada por todos los grupos, incluido el PP, insta al Gobierno central a aplicar a los afectados la Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo en los mismos términos que acordó recientemente el Tribunal Supremo para los familiares de Norma Menchaca, una mujer muerta también a tiros durante una manifestación celebrada en la localidad vizcaína de Santurtzi ese mismo año.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de marzo de 2006