La aviación israelí mató ayer a dos supuestos jefes de Yihad Islámica -Munir Saqur y Ashraf Shaluf-, mediante el lanzamiento de un misil desde un aparato no tripulado sobre un coche en la ciudad de Gaza. En el ataque murieron, además, tres menores de ocho, 14 y 15 años que estaban en la zona, según fuentes hospitalarias citadas por Reuters. Otras siete personas resultaron heridas.
Ya había advertido el primer ministro interino israelí, Ehud Olmert, en plena campaña electoral, que emplearía un "puño de hierro" contra los grupos armados. El Ejército israelí confirmó el ataque con el misil en un escueto comunicado y el ministro de Defensa, Saul Mofaz, declaró: "Israel eliminará a cualquiera que trate de hacernos daño".
Hamás calificó el ataque de "matanza". El presidente palestino, Mahmud Abbas, más moderado, advirtió del riesgo que entraña esta "escalada de violencia".
Por otra parte, otros dos niños de 12 y 13 años perdieron la vida, también en Gaza, cuando jugaban con una bomba que escondía su hermano mayor en casa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de marzo de 2006