Un incendio forestal ha arrasado un centenar de hectáreas de pino y matorral, en la partida de El Realet, a las faldas del Puig Campana, una zona protegida por el Ayuntamiento de Finestrat. La proximidad de las llamas a las viviendas rurales diseminadas por el entorno motivó el desalojo preventivo de unas 40 personas. El alcalde de Finestrat, Miguel Llorca, del PSPV, asegura que el fuego fue intencionado. El primer edil desveló que un vecino llamó a la Policía Local alertando de que una persona hacía un fuego en un camino, justo donde comenzó el incendio.
El incendio se declaró sobre las 22.45 del martes en la partida de El Realet, una ladera montañosa de la cara noroeste del Puig Campana, poblada por decenas de casas rurales. El viento, la abrupta orografía y la imposibilidad de combatir el fuego con medios aéreos acercaron las llamas hasta apenas unos kilómetros de las casas. A última hora de la tarde de ayer, el perímetro del incendio había sido acotado, si bien el fuego permanecía activo.
Los equipos de extinción decidieron, sobre las tres de la madrugada, el desalojo preventivo de las viviendas con mayor riesgo, unas 40 personas, que pasaron la noche en la Casa de La Cultura de Finestrat. "Ha venido la policía y nos ha dicho que teníamos que irnos", comentaba en la mañana de ayer Will, un holandés de 30 años. "La verdad es que había peligro porque las llamas eran muy altas y estaban muy cerca", añadió. "Estaba en mi casa de La Vila Joiosa, pero cuando me enteré del fuego, vine a rescatar a mis perros", comentó otro vecino, José Berenguer, de 64 años. Al amanecer, lo desalojados regresaron a sus viviendas. "Nos han tratado muy bien", subrayó Will.
Otros residentes optaron por permanecer en sus casas, aunque con el miedo en el cuerpo: "He pasado mucho miedo, pero me he quedado en mi casa para ayudar a los bomberos a sacar agua de la piscina. Las llamas parecía que llegaban hasta el pico del Puig Campana", comentó Teresa Lloret, de 68 años. "Quieren acabar con el paraje. Hace una semana hubo otro conato de fuego que sofocamos los vecinos" relató.
La posibilidad de que el fuego hubiese sido intencionado es la primera hipótesis del Ayuntamiento. "La Policía Local ha recibido una llamada de un vecino denunciando que vio a una persona hacer un fuego en el lugar donde ha comenzado el incendio", dijo el alcalde. Llorca resaltó el alto valor ecológico del paraje y descartó que el siniestro alimente intereses urbanísticos: "Aquí no se puede construir, porque el suelo está protegido por el Ayuntamiento", aseveró.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de marzo de 2006