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El embajador de EE UU reconoce errores

El embajador estadounidense en Bagdad, Zalmay Jalilzad, aseguró ayer en una entrevista con Los Angeles Times que la invasión de Irak abrió la "caja de Pandora" de la violencia étnica y que ésta podría conducir al país a la guerra civil. Según Jalilzad, la situación de seguridad no deja a EE UU otra opción que la de mantener una presencia militar fuerte.

El diplomático reconoce que Irak estuvo al borde de la guerra civil tras el ataque a la mezquita de Samarra y que otro incidente similar sería catastrófico. Jalilzad califica la situación de "realmente vulnerable". Una guerra civil en Irak podría extenderse a los países vecinos y desencadenar un conflicto regional que dejaría, a su juicio, al antiguo régimen talibán en "un juego de niños".

Poco después de estas declaraciones, el secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, indicó que los medios de comunicación exageran la tensión sectaria en Irak.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de marzo de 2006