El presidente de EE UU, George W. Bush, volvió ayer a Nueva Orleans en medio de una creciente polémica por su responsabilidad en la respuesta al huracán Katrina. El presidente recorrió la zona afectada en Luisiana y Misisipi seis meses después del desastre. Bush, en la foto junto a un montón de escombros, dijo que "aún queda mucho por hacer" en la reconstrucción.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de marzo de 2006