La consejera de Gobernación, Evangelina Naranjo, señaló ayer, ante el macrobotellón convocado en todas las capitales andaluzas, excepto Cádiz, el próximo 17 de marzo, que los ayuntamientos cuentan con ordenanzas municipales que pueden "paliar" los efectos de este fenómeno.
La consejera reiteró que la solución llegará cuando el Parlamento de Andalucía apruebe la ley antibotellón, que prohibirá el consumo de alcohol en la calle y dará más instrumentos a los ayuntamientos para luchar contra estas fiestas callejeras.
En cualquier caso, Naranjo señaló que los ayuntamientos pueden usar las ordenanzas municipales para atenuar las consecuencias del botellón, aunque hoy por hoy no lo puedan evitar. La consejera se refería a las ordenanzas de limpieza o ruido. En este sentido, dijo que es "raro" que haya "hileras de jóvenes orinando en la vía pública" y que los policías locales no intervengan.
Por otra parte, la Fiscalía de Sevilla ha archivado la denuncia presentada por la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Andalucía (CAVA) para que se investigara el origen de las convocatorias de los macrobotellones previstos para el viernes 17. Mientras, el alcalde de Málaga, el popular Francisco de la Torre, aseguró ayer que se está "magnificando" el macrobotellón convocado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de marzo de 2006