El cabo de la policía judicial de la Guardia Civil de Llíria fue detenido por efectivos de la Policía Nacional en la noche del pasado miércoles. La operación, al amparo del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Alzira, obedece a la presunta comisión de un delito de revelación de secretos y de utilización de bienes y efectos públicos para fines privados. El cabo permaneció en el calabozo de la Jefatura Superior de Policía y fue puesto a disposición de la autoridad judicial a última hora de la mañana de ayer, según fuentes de la investigación.
El juzgado de Alzira tiene en marcha una investigación, según las mismas fuentes, que nada tenía que ver con el cabo de la Guardia Civil y que está bajo secreto de sumario. En el desarrollo de la misma, efectivos de la policía nacional realizaban días atrás un seguimiento en coche a un supuesto implicado en la causa judicial que también circulaba en un vehículo. El supuesto delincuente se dio cuenta de que le seguían, tomó nota de la matrícula del turismo y llamó al cabo para pedirle que le dijera a quién correspondía. El guardia civil utilizó supuestamente su cargo para averiguarlo. La matrícula correspondía a un vehículo reservado del que no se debe desvelar información. Sin embargo, según fuentes del caso, sí dijo al supuesto delincuente -con quien al parecer tiene una relación de amistad- a quién correspondía, poniéndole así sobre aviso. El hecho de que el teléfono del investigado por el juzgado estuviera intervenido, según las mismas fuentes, permitió a la policía nacional, identificar al cabo y detenerlo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de marzo de 2006