Unas 400 personas se concentraron ayer por la tarde en la plaza de la Universitat de Barcelona para protestar contra la autopista que el Gobierno balear ha comenzado a construir en Ibiza para conectar el aeropuerto de la isla con la población de San Antoni.
La mayoría de los asistentes a la concentración eran jóvenes ibicencos residentes en Barcelona -la mayoría estudiantes- y siguieron la protesta con bailes tradicionales, aplausos y silbidos. Tras una hora de sentada y frases rimadas, como "no volem, no volem, una illa de ciment!", unos 200 manifestantes se dirigieron hacia la calle de Pelai y la plaza de Catalunya, donde se volvieron a ver bailes tradicionales y se realizó una nueva sentada. Hacia las ocho de la tarde, un grupo más reducido bajó hacia La Rambla y luego recorrió el mismo camino a la inversa, hacia la Ronda de la Universitat, donde en algunos momentos se interrumpió la circulación de vehículos.
Por otra parte, el juez de instrucción de Ibiza Santiago Pinsach encontró ayer
"insólito y claramente rechazable que las ocupaciones de fincas [por las constructoras de la autopista] se efectúen con denuncias por irregularidades administrativas. Lo que hay es un conflicto de derechos". Pinsach hizo estas declaraciones tras ordenar la libertad para tres detenidos que se opusieron a las ocupaciones de viviendas que deben ser destruidas para construir la autopista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de marzo de 2006