Las condiciones en las que viven los reclusos de Nanclares de la Oca alcanzan niveles alarmantes en opinión del ararteko, Íñigo Lamarca, después de que el pasado jueves se descubriera en al sexto recluso muerto por suicidio en la prisión alavesa en los últimos quince meses. Lamarca ha pedido que las investigaciones lleguen hasta el final.
El preso fallecido, F. M. O. T., natural de Portugalete, de 33 años, había regresado a Vitoria para una citación judicial desde la prisión de Dueñas, en Palencia. El módulo en el que estaba ingresado temporalmente se encontraba en "una situación lamentable", según declaró el ararteko a SER Vitoria. Representantes del PNV, PP y EB denunciaron ayer las pésimas condiciones de esta cárcel y pidieron la comparecencia en el Congreso de la directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, para aclarar los hechos.
F. M. O. T. había denunciado malos tratos en la prisión alavesa, según afirmó la asociación Salhaketa. Su denuncia se sumaría a otras presentadas en el último año y medio: por reclusas que desvelaban malos tratos por parte de funcionarios, y por organizaciones humanitarias preocupadas por las condiciones de la cárcel. Esto último lo pudo comprobar el ararteko en noviembre, durante una visita privada en la que pidió una reforma radical de las instalaciones. El consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, también había expresado su preocupación a Mercedes Gallizo por la situación de la cárcel de Nanclares.
Instituciones Penitenciarias asumió la renovación inmediata de la prisión. Pero, de momento, la situación no ha cambiado. Ayer, la diputada de Asuntos Sociales, Ainhoa Domaica, del PP, tras reunirse con Gallizo en Madrid, pidió la implicación de la Administración central en los programas de inserción de presos. El PNV y EB exigieron la clausura del centro penitenciario. "Nanclares no está en condiciones de cumplir sus funciones de custodia y tutela de la integridad física de los presos", dijo el diputado nacionalista Emilio Olabarria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de marzo de 2006