El cuerpo del rehén estadounidense Tom Fox, de 54 años, secuestrado el 29 de noviembre en Irak junto a otros tres pacifistas cristianos, fue hallado en la noche del jueves junto a las vías del tren en un barrio al oeste de Bagdad. Fox tenía las manos atadas a la espalda y un disparo en la cabeza. Según la policía, fue torturado antes de morir, ya que su cuerpo presentaba numerosas magulladuras. El descubrimiento se produjo cuatro días después de que Al Yazira mostrara imágenes de los otros tres pacifistas, dos canadienses y un alemán. El lunes no hubo vídeo de Fox.
Otra ciudadana norteamericana, Jill Carroll, colaboradora del diario The Christian Science Monitor, se encuentra en poder de algún grupo de la insurgencia desde el 7 de enero. Sus captores exigen la liberación de todas las mujeres prisioneras y han prorrogado varias veces sus ultimatos.
Por otra parte, el director de las populares series de ficción de la cadena de televisión estatal iraquí Al Iraquiya, creada por EE UU tras la invasión, Amgad Hamid Husein, fue asesinado ayer junto a su chófer. Un grupo de presuntos insurgentes ametralló su coche en el barrio Hai al Yamaa, al oeste de la capital. La insurgencia tiene entre sus objetivos a aquellas personas que considera colaboracionistas con el ocupante.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de marzo de 2006