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Crónica:Fútbol | 27ª jornada de Liga

El Mallorca suma el cuarto partido sin perder

El partido nació condicionado desde el segundo 54. Una falta botada por Pisculichi y rematada por Pereyra puso en ventaja a los baleares. El gol fue un premio a la insistencia del entrenador del Mallorca, Gregorio Manzano, en el diseño y la puesta en práctica de las jugadas a balón parado. Desde la llegada del jiennense al banquillo, el Mallorca no conoce la derrota, con dos victorias y dos empates.

Veinte minutos tardó el Villarreal en reponerse del bofetón inicial y acercarse al área balear. Al conjunto castellonense le costó desarrollar un juego fluido y se movió siempre lejos de la línea de fuego. Tocaron y tocaron los de Pellegrini hasta que descubrieron una posible vía en el carril derecho. Josemi estuvo acertado en el desdoblamiento y puso el balón en el primer palo para que Jose Mari, más rápido que su marcador, aprovechara la desafortunada salida de Prats.

MALLORCA 1 - VILLARREAL 1

Mallorca: Prats; Cortés, Ballesteros, Nunes, Navarro; Jonás (Campano, m. 73), Pereyra, Basinas (Víctor, m. 87), Tuni (Doni, m. 45); Pisculichi y Arango.

Villarreal: Viera; Josemi, Gonzalo, Quique Álvarez, Arruabarrena; Héctor Font (Cazorla, m. 74), Josico, Tacchinardi, Riquelme; Forlán (Franco, m. 61) y Jose Mari (Calleja, m. 83).

Goles: 1-0. M. 1. Pereyra cabecea a gol una falta servida por Pisculichi desde la izquierda. 1-1. M. 22. Jose Mari culmina una internada de Josemi por el carril derecho.

Árbitro: Ramírez Domínguez. Mostró la tarjeta amarilla a Cortés, Riquelme, Tacchinardi, Ballesteros, Franco y Josemi.

Unos 15.000 espectadores en el campo de Son Moix.

Y con el empate se volatilizó la intensidad futbolística que había dominado el partido desde el primer instante. Se inauguró entonces un nuevo duelo, en el que el descaro inicial, pagado con goles, dio paso al miedo. El partido se sumió en la especulación y el contacto físico.

El Mallorca, en franca mejoría pero acuciado por una clasificación incierta, apretó lo suyo en el tramo final. Quiso ganar, y no pudo, a todo un cuartofinalista de la Liga de Campeones que se dio por satisfecho con un punto en la maleta.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 13 de marzo de 2006