En el desgraciado aniversario del 11-M me vienen a la mente algunas opiniones del presidente de la AVT, sus actuaciones, ciertas declaraciones, y me pregunto si tiene sentido una vida ocupada en el odio y en el rencor. Tampoco comprendo las desafortunadas declaraciones del señor Cuevas, quien tilda al Gobierno de meterse en el "disparate de buscar la paz". Las madres, como la señora Manjón, sabemos no olvidar pero sí comprender que por encima de nuestro "yo", de nuestro dolor, están los hijos de los demás que tienen derecho a vivir y a nacer en un país en paz, el nuestro. El Alto Comisionado para las Víctimas, señor Peces-Barba, hace esfuerzos para ello y lo admiro por esto. Ojalá el presidente Zapatero y su Gobierno lo puedan hacer posible. Todos queremos la Paz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 13 de marzo de 2006