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La policía dice que la explosión de gas que causó cinco muertos en Tarragona fue intencionada

La explosión de gas que el pasado 10 de noviembre convirtió en escombros el número 72 de la Rambla Nova de Tarragona y causó cinco muertos, entre ellas tres niños y la madre de éstos, fue intencionada y no un accidente. Así lo señala un informe que la policía científica ha hecho llegar al juzgado número 6 de Tarragona y que abona la hipótesis del suicidio de la quinta víctima como causa de la explosión.

La investigación ha concluido que la explosión se produjo en el tercer piso, donde vivía el fallecido José Biendicho. La concentración de gas era tan alta en su vivienda que el olor a mercaptano -sustancia que se añade al gas, que es inodoro, precisamente para que su olor pueda ser captado y alerte de una fuga- era imposible que pasara inadvertido. La explosión fue producida, según el informe, por la ignición de un mechero que los investigadores encontraron junto a la víctima y destruyó completamente la vivienda y también la planta superior. Allí fallecieron tres hermanos, el mayor de los cuales tenía cinco años, y su madre. El padre, que también se encontraba en la vivienda, resultó ileso.

Fuentes municipales recordaron que la hipótesis de la intencionalidad del suceso la expusieron ya los bomberos la noche en la que ocurrió la explosión. Igual que el informe policial, los equipos de emergencias sostuvieron que una concentración de gas tan alta era imposible que no fuera advertida. La explosión, que se oyó en buena parte de la ciudad, arrojó escombros a docenas de metros del edificio siniestrado y provocó tantos destrozos en el inmueble que obligó a derruirlo casi en su totalidad.

Biendicho, además, vivía solo y se había trasladado recientemente al número 72 de la Rambla Nova tras sufrir una fuerte depresión causada por un desengaño sentimental.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de marzo de 2006