El izquierdista Andrés Manuel López Obrador dio un paso más el pasado domingo en su camino hacia la presidencia de México con la victoria política de su Partido de la Revolución Democrática (PRD) en las elecciones para alcaldes y diputados del Estado de México. Según los analistas, el PRD fue el gran ganador electoral, en términos políticos, al ser el que más crece y consolidarse frente a los demás partidos.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) consiguió mantenerse como la principal fuerza política estatal, con una importante pérdida de terreno, en tanto que el conservador Partido Acción Nacional (PAN) fue el que más perdió.
A pesar de la importancia que se les otorga con vista a las presidenciales, el abstencionismo reinó en estas elecciones para alcaldes y diputados. El Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) informó que alrededor del 60% de los nueve millones de electores no acudieron a votar.
Carlos Navarrete, del equipo de campaña de López Obrador, dijo que el PRD logró un gran avance y, escrutado el 90% de los votos, su partido lleva ventaja en 18 distritos, mientras que la alianza del PRI y el Partido Verde va por delante en otros tantos y el PAN en nueve. En 2003, los priístas ganaron 24 diputados, el PAN 11 y el PRD 10.
Sobre las 125 alcaldías en liza, las cifras oficiales indican que la alianza del PRI con los verdes obtendría 53, el PAN, 28 (en tres de ellas en alianza con otras fuerzas políticas) y el PRD, 36 (en 12, también en coalición).
El diario El Universal publicó ayer una encuesta en la que López Obrador figura como favorito para las presidenciales de julio, con el 42% de la intención de voto, 10 puntos más que Calderón (PAN). El priista Madrazo obtendría el 24% .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de marzo de 2006