Estados Unidos sufrió el año pasado un fuerte deterioro en la balanza por cuenta corriente (mide los intercambios comerciales, de servicios, de rentas y transferencias con el exterior). El déficit creció un 20,4% respecto al ejercicio anterior y marcó un nuevo récord de 804.900 millones de dólares (unos 675.140 millones de euros), equivalente al 6,5% de su producto interior bruto (PIB), frente al 5,7% que representaba en 2004. Se trata del noveno récord anual en la última década. Esta degradación, junto al elevado déficit fiscal, podrían obligar a la Reserva Federal (banco central) a llevar más lejos su política de subida de tipos de interés, para mantener al dólar.
El anterior máximo anual se marcó en 2004, cuando el déficit exterior acumulado tocó 668.100 millones de dólares (unos 555.846 millones de euros). En el último trimestre de 2005 el dato fue a peor. El déficit se disparó hasta 224.900 millones de dólares (unos 188.000 millones de euros), equivalente al 7,1% del PIB.
El Departamento de Comercio estadounidense atribuye este empeoramiento en la balanza de pagos al encarecimiento de la factura energética, que se sintió especialmente en la recta final del año por el impacto de los huracanes Katrina y Rita en la industria petrolera.
La balanza por cuenta corriente sirve para medir los flujos comerciales (bienes y servicios) y financieros (flujo de capitales) de un país con el resto del mundo.
Competencia de China
El apetito de los estadounidenses por productos procedentes de China y otros países asiáticos es alto y las perspectivas no son muy alentadoras. El déficit comercial (representa el 90% de la balanza de pagos) marcaba un récord en enero, al registrar 68.510 millones de dólares en rojo, un 5,3% más que en diciembre de 2005. El encarecimiento de la factura energética y la degradación del déficit con China son la causa del descubierto.
Los analistas explican que EE UU necesitaría un mayor crecimiento y un repunte de la demanda interna en sus socios para corregir este desequilibrio. La situación se complica aún más si se cruzan los datos con la continua degradación en las finanzas públicas, que en febrero marcó un déficit mensual récord de 119.200 millones, por el incremento del gasto militar en Irak y la reconstrucción en las zonas afectadas por los huracanes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de marzo de 2006