El Ejército de Israel irrumpió ayer en la cárcel palestina de Jericó, en Cisjordania, para capturar al activista Ahmed Saadat, acusado del asesinato del ministro israelí de Turismo en 2001. Saadat y decenas de palestinos resistieron durante horas, pero al caer la noche se entregaron a los asaltantes. La operación comenzó poco después de que los guardianes de EE UU y el Reino Unido que custodiaban a Saadat abandonaran el penal con el argumento de que éste disfrutaba de unas condiciones demasiado relajadas. El presidente palestino, Mahmud Abbas, culpó a Londres y Washington de lo sucedido, mientras un portavoz israelí afirmaba que el asalto era necesario porque el propio Abbas había anunciado la pronta liberación de Saadat. El asalto, realizado a sólo dos semanas de las elecciones israelíes, causó dos muertos y desencadenó una oleada de secuestros de ciudadanos occidentales en los territorios palestinos.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de marzo de 2006