Bouwe Bekking, patrón del Movistar, resumió la frustración de su equipo por los constantes problemas en la Vuelta al Mundo de vela. "Me siento como Raikkonen", dijo en alusión al piloto de fórmula 1, castigado por los fallos en su coche. El barco español finalizó ayer último en Río de Janeiro la cuarta etapa tras 25 días en el mar. Y la cuarta en que sufre una avería. En la primera, chocaron "con algo, puede que un tronco", que les rompió el timón y les obligó a retirarse; en la segunda acusaron una fuga de líquido hidráulico; en la tercera, pese a ganar, se averió una puerta de sellaje y recibieron una penalización de dos horas; y en ésta, entre Wellington y Río, casi se hunden.
En un día, el Movistar neutralizó la desventaja de dos horas. Hasta que, a 200 millas del cabo de Hornos, sufrieron una vía de agua en el casco. "El agua nos llegaba a la cintura. Se produjo un cortocircuito y nos quedamos a oscuras en medio del mar. Daba mucha impresión. Si el agua sube 10 centímetros más, nos hundimos", recordaba ayer Pepe Ribes. "Ha sido el peor rato que he pasado en un barco", añadía Xabi Fernández, que deja el equipo para entrenarse en la clase 49er de cara a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Su lugar lo ocupará Fernando Echávarri, campeón del mundo y Europa en la clase Tornado, mejor regatista del mundo en 2005 y especialista en alta velocidad. También el irlandés Noel Drennan deja el barco por Mike Howard.
El Movistar fue escoltado por un remolcador hasta el puerto de Ushuaia, en Argentina, y reparado en dos días. "Ya sabíamos que seríamos últimos. El final ha sido un suplicio, estábamos sin motivación y el barco perdió velocidad", explicó Ribes. Incluso batió un récord de velocidad mínima: tres millas en seis horas. El termómetro bajó hasta los tres grados -la sensación térmica con el viento era de 15 bajo cero "con toda la ropa puesta"- y aumentó la desesperación entre la tripulación. "¿Será éste nuestro último día?", se preguntaba el patrón. El equipo español finalizó con cuatro días de retraso la etapa, ganada por el ABN 1. Tras sumar sólo dos puntos, el Movistar es cuarto en la clasificación con 28 puntos, por 30,5 del Piratas del Caribe, 35 del ABN II y 49 del imparable ABN 1.
Las embarcaciones disponen de nueve días para prepararse hasta la regata costera del día 25. La siguiente etapa, hasta Baltimore, comienza el 2 de abril. "Hay que ser realistas, el ABN 1 ha trabajado mucho mejor que el resto. Si nuestro barco está bien, somos el que más se acerca a ellos. Lucharemos por ser segundos", asegura Xabi Fernández. "La etapa ha sido muy dura, pero nuestros rivales saben que se enfrentan a un grupo de luchadores. Seguimos con opciones de estar en el podio", añade Bekking. Tras disputarse 52 puntos, quedan 56 en juego.
Por otra parte, el Ericsson, en el que navega el español Guillermo Altadill, ha cambiado de patrón por los malos resultados: es sexto pese a tener uno de los presupuestos más altos. Neal McDonald ha sido sustituido por John Kostecki, vencedor de la anterior edición.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de marzo de 2006