Un gigantesco andamio que ocupa todo el espacio de la platea permite pasearse estos días a dos metros del techo del teatro municipal de Girona. Las obras de restauración del edificio, que se iniciaron hace cinco años, se centran ahora en la restauración de las pinturas y la decoración del techo de la sala y del salón de descanso anexo. La decoración del falso techo, realizada en gran parte sobre lienzos, es obra de Eusebi Lucini, decorador de estilo neoclásico romántico isabelino que también trabajó en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona. En la restauración de las escenas del techo se usan diversos tipos de pintura, entre ellas óleo y témpera.
La concejal de cultura, Lluïsa Faixedas, explicó que está previsto inaugurar el teatro a final de septiembre o principios de octubre, coincidiendo con el festival Temporada Alta. La restauración tiene un presupuesto de obras de cinco millones de euros, a los que habrá que añadir unos 2,16 millones en concepto de equipamiento y material técnico. Los responsables del teatro afirman que, tras la reforma, será uno de los espacios teatrales más modernos de Europa, dotado de tecnologías punteras en el mundo de las artes escénicas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de marzo de 2006