Berlusconi y Prodi tratan de diferenciarse del estilo impuesto por Zapatero en España. Ven varias de las leyes sociales del jefe del Gobierno español como algo que nunca harían si ganan las elecciones italianas el mes próximo. El líder de Forza Italia, que se declara "amigo de la Iglesia", jamás propondría las bodas gay; pero tampoco el candidato del centro-izquierda, que confiesa ser católico practicante. "El zapaterismo es imposible en Italia", afirmó Prodi después de un reciente viaje a Madrid, donde evitó hacerse una foto con el presidente del Ejecutivo español. Il Cavaliere sufre de paranoia con la izquierda. Ve izquierdistas por todas partes. El sábado acusó nada menos que a la patronal de apoyar a la oposición. Il Professore cree, en cambio, que si hay que pecar, mejor que se le etiquete de moderado. Y puestos a ello hasta le agradaría que Nani Moretti retrasara el estreno de su filme sobre Berlusconi para no irritarle más de la cuenta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de marzo de 2006