A pesar de la madurez que demuestran los deportistas, su juventud y como consecuencia falta de conocimiento en ciertos temas, obliga por fuerza a hacer responsables del dopaje a todo el entorno de preparadores y orientadores del deportista. En realidad, el deportista no es autónomo para decidir; es el equipo de preparadores el que dirige todo o casi todo, incluso su actividad extradeportiva (diversiones, descanso, salidas nocturnas...). El equipo que lleva al deportista sabe exactamente lo que hace para aumentar su rendimiento. También deberían de penalizarse los intentos de camuflar los dopajes con productos que neutralizan las pruebas de control. Es útil y justo castigar a los verdaderos responsables. Pepiño.
No creo que sea útil (o no mucho). Los deportistas se dopan para ganar dinero, no para ganar competiciones. No parece haber mucho dopaje en el deporte aficionado. Sin embargo, cuanto más dinero hay en juego más se dopan los deportistas si con ello aumentan sus posibilidades de ganarlo. Jorgeplaza.
Sí, claro que hay que poner una condena igual o mayor a los que inducen a los deportistas a doparse. Estos personajes son como lavadores de cerebros, que les sugieren a los deportistas que con sus tratamientos van a hacer la jornada victoriosa que siempre merecieron. Que gracias a sus sugerencias rendirán más que nunca. Que destacarán como grandes deportistas... RafaelXastre.
¿Acaso no se pueden considerar unos camellos a aquellos que incitan al dopaje? Estos individuos suelen abusar de la inmadurez de los deportistas. Inmadurez debida en muchos casos a la juventud e inexperiencia de los deportistas, además del deseo de conseguir fama y dinero. Evidentemente, el mal debe ser cortado desde su origen. Raquelana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de marzo de 2006