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La acusada por la muerte del celador de Sevilla abandona la cárcel

María Luisa Cortés, en prisión desde hace mes y medio por la muerte del celador sevillano Gaspar García, abandonó ayer tarde la cárcel de Sevilla. La mujer está implicada en el asesinato del trabajador del hospital Virgen del Rocío, quien atropelló el pasado 8 de enero sin consecuencias a una niña y, como respuesta, fue tiroteado por el padre de ésta, Ricardo Suárez.

La Sección Primera de la Audiencia de Sevilla entiende que no existe riesgo de fuga ni riesgo de "ocultación, alteración o destrucción de fuentes de prueba al consistir las mismas en la declaración de un testigo protegido". El tribunal tiene en cuenta también que la mujer es madre de tres menores, una de ellas es la niña atropellada.

La juez de Instrucción número 18 de Sevilla, María Dolores Sánchez, le imputó un delito de asesinato con las agravantes de alevosía y ensañamiento. Cortés siempre sostuvo que ella, la tarde del crimen, se limitó a auxiliar a su hija mientras sostenía en los brazos a otro hijo.

Según los testigos, María Luisa Cortes se dirigió a la puerta del conductor del coche que atropelló a su hija, le cortó el paso y le impidió salir a auxiliar a la niña. Mientras, su marido sacó la pistola y mató a García de siete tiros, cinco de ellos en la cabeza.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de marzo de 2006