A Rafael Nadal (Manacor, 1986) y Carlos Moyà (Palma, 1976) les separan 10 años y 33 puestos en la clasificación mundial del tenis. Desde su número dos, Nadal no debería temer nada en su duelo de la próxima madrugada ante el discreto 35 por el que anda Moyà. Será su cuarto enfrentamiento y Rafa ya manda por 2-1. "Me habría gustado enfrentarme con él más adelante", comentó ayer Moyà, que pasó apuros en la primera ronda ante el rumano Víctor Hanescu para ganarle en tres sets. Aún lleva ventaja en títulos a Rafa, 19-13, pero tiene la batalla perdida. La sonrisa, de momento, no, al menos ayer, pese al esfuerzo. Nadal, que viene de perder en las semifinales de Indian Wells con el estadounidense James Blake, busca incluso la revancha de 2005, cuando perdió el trofeo ante Roger Federer. Sólo se hundió al final de un memorable partido que empezó dominando por 6-2 y 7-6 antes de caer frente a la máquina suiza por 6-7, 3-6 y 1-6. Y esta temporada ya se desquitó en Doha.
Precisamente a diferencia de Federer y del ruso Marat Safin, que lo han criticado, los jugadores, mayoritariamente, están de acuerdo con el nuevo sistema Hawk-Eye (Ojo de Halcón) para discutir por medios electrónicos la decisión arbitral en las bolas dudosas. "Teníamos que tener más de las dos posibilidades por set", dijo el argentino Guillermo Coria a la entrada de la zona de los jugadores. Era justamente la opinión contraria a la de Safin, que aboga por no hacer más lentos los partidos. En los pasillos, Feliciano López, antes de jugar en la primera ronda contra el estadounidense de origen ruso Alex Kuznetsov (partido retrasado por la lluvia y que no había finalizado al cierre de esta edición), matizó: "Está bien, pero el problema es que el sistema sólo se ha puesto en la pista central". Y, al pasar en ese momento la rusa Maria Sharapova, ganadora en Indian Wells, la miró e informó: "Ya no grita tanto". A la francesa Amelie Mauresmo, número uno mundial, que iba a entrenarse, tampoco le disgusta: "Todo lo que sea clarificar el juego, bienvenido sea", opinó. En el gimnasio, mientras levantaba una barra y hacía bromas con patadas de taekwondo, otro argentino, Gastón Gaudio, lo corroboró: "Yo ya lo usé en la Copa Hopman [Mundial por equipos mixto] en Australia y me parece muy bien". Lo mismo que a Fernando Verdasco, uno de los españoles que, a diferencia de López y Moyà, sí podrá empezar directamente en la segunda ronda, como Nadal, Juan Carlos Ferrero, Tommy Robredo y David Ferrer. Pero apuntó: "Lo que no está bien es que sólo valga para unos partidos sí y otros no". Él, claro, no es de los que juega mucho en las pistas centrales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de marzo de 2006