Los semanarios independientes marroquíes están al borde de la quiebra a causa de las multas desproporcionadas que les imponen unos tribunales utilizados, según el último informe anual del Departamento de Estado norteamericano, para amordazar a la prensa. Washington ha querido ayudarles, pero Rabat no se lo ha permitido, según fuentes diplomáticas. En el marco del MEPI (Iniciativa de Asociación para Oriente Próximo, en sus siglas en inglés), la Administración de EE UU dispone de 5 millones de dólares (4,15 millones de euros) para subvencionar publicaciones árabes independientes que lo soliciten. El 31 de marzo se cierra el plazo de solicitud.
Thomas Riley, el embajador de EE UU en Marruecos, no va a poder tramitar ninguna petición. El ministro adjunto de Asuntos Exteriores, Taieb Fassi-Fihri, y el titular de Comunicación, Nabil Benabdalá, le convocaron el 20 de marzo para significarle que su proyecto es "ilegal". Hace un par de años la Administración republicana ya intentó subvencionar a la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, la organización más activa y solvente en ese ámbito, pero ésta rechazó el ofrecimiento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de marzo de 2006