Las declaraciones de Silvio Berlusconi, jefe de Gobierno de Italia, acerca de que en China "hervían a los niños para abonar los campos" ha provocado una nueva polémica, esta vez con protesta oficial de Pekín incluida.
El pasado domingo en un mitin en Nápoles, Berlusconi dijo que la película El caimán, del director Nanni Moretti, crítica con el primer ministro, no es "más que una fábula". Y añadió: "como esa otra fábula que dice que los comunistas se comían a los niños: leed el libro de los comunistas, en la China de Mao no los comían, los hervían para fertilizar los campos".
El Ministerio de Exteriores chino ha emitido hoy una nota de protesta en la que afirma que "tales declaraciones no tienen base alguna". El comunicado también muestra el "descontento" del Gobierno de Pekín, que recuerda a Berlusconi que, como mandatario de un Estado, sus "palabras y comportamientos deberían favorecer la estabilidad y el desarrollo de las relaciones amistosas entre China e Italia". Las palabras de Berlusconi, en plena campaña para las elecciones que se celebrarán el 9 y el 10 de abril, han irritado también al rival de la oposición, Romano Prodi, que en otro mitin afirmó que el presidente del Consejo de Ministros se dedica a "desacreditar a Italia en el extranjero".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de marzo de 2006