El lehendakari recibió ayer también a los representantes de la formación Aralar, escisión de Batasuna, y con un escaño en el Parlamento vasco. El vicecoordinador general de esa formación, que acudió acompañado por la parlamentaria Aintzane Ezenarro, consideró que con el alto el fuego anunciado por ETA "ya se dan las condiciones" para abordar el proceso de normalización política.
"No hay por qué dar tiempo al tiempo", señaló, contra lo que viene siendo la llamada más generalizada de los partidos mayoritarios, incluido el PNV. En todo caso, aclararon después a este periódico, no ponen en cuestión la fecha de septiembre apuntada por los nacionalistas y el lehendakari.
El portavoz de Aralar concedió a Ibarretxe todo su apoyo para liderar el proceso de diálogo entre las formaciones políticas, algo también puesto en cuestión por otras fuerzas, que estiman que ésa es labor de los propios partidos.
Aralar quiere además, aclaró, dos mesas de diálogo político, aparte del foro en el que hablen el Gobierno y ETA. Una se constituiría en la comunidad autónoma, bajo liderazgo de Ibarretxe, y otra en Navarra, hacia donde dirigió un emplazamiento al presidente de la comunidad foral, Miguel Sanz (UPN), para que la impulse. Sanz, cabeza visible de esa formación, que constituye la marca del PP en Navarra, se adelantó ayer mismo a reiterar su negativa a una iniciativa de ese tipo. El lehendakari recibirá probablemente esta tarde a Batasuna.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de marzo de 2006