La Bolsa española quedó ayer descolgada, en parte, del ritmo que impusieron a la sesión el resto de los mercados de valores de la eurozona. La mayoría de los observadores no se explicaban esta diferencia en el comportamiento, aunque apuntaban algunas cuestiones como posibles causas.
En primer lugar está la situación que atraviesa el sector eléctrico español, al parecer sin una salida clara a corto plazo, y en el que la mayoría de sus componentes "ha tocado techo", lo cual invita más a retirar beneficios que a mantener posiciones, sobre todo si hay otros sectores, como el bancario, que parecen contar con alguna posibilidad de recorrido.
Así las cosas, la sesión fue un constante ir y venir entre unos valores y otros en busca de oportunidades, lo que mantuvo al Ibex 35 a la baja durante una buena parte del día, hasta que casi al final de la sesión, y coincidiendo con la apertura de la Bolsa de Nueva York, la mayoría de los valores cambiaron de signo.
El Ibex 35 terminó con una subida del 0,44% y en 11.869,80 puntos, mientras que los valores medianos subieron el 0,74%, y los pequeños, el 0,14%.
El contraste con el resto de los mercados de la eurozona se mantuvo a pesar de esa reacción, como muestra el 1,16% que subía París o el 1,17% de Francfort, mientras que Londres ganó el 0,94%.
La contratación en el mercado continuo no creció a pesar de las diferentes alternativas que tuvo la sesión y el negocio total se quedó en 3.136,04 millones de euros, de los que 2.735,09 procedían de las operaciones "abiertas".
La revisión del dato del PIB del cuarto trimestre en Estados Unidos, con una décima más que el dato inicial, desanimó aún más a Wall Street.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de marzo de 2006