La aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía fue saludada por el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, como un gran salto en el autogobierno de Cataluña y como el inicio de la transformación de España en un Estado que reconoce su pluralidad nacional. Terminada la sesión, Maragall leyó una declaración en tono solemne, en la que agradeció al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que haya hecho posible "la ley de autogobierno más ambiciosa que Cataluña ha tenido en 300 años".
El presidente catalán afirmó también que con la aprobación de este Estatuto "España ha comenzado a cambiar" y expresó su convicción de que otras comunidades autónomas "seguirán el camino de la España plural que Cataluña ha comenzado a trazar".
Maragall agradeció el esfuerzo de todos cuantos han contribuido a que Cataluña "se ponga al día como nación". En la larga lista de agradecimientos que leyó, incluyó también a los líderes catalanes cuyos partidos han votado no a la reforma, Josep Lluís Carod, de ERC, y Josep Piqué, del PP. Del portavoz del PSOE dijo que su aportación ha sido "decisiva".
Tras la sesión, el Gobierno catalán ofreció una recepción en un hotel a todos los parlamentarios catalanes, a la que asistió también el ex presidente Jordi Pujol, que no ocultaba su satisfacción, pero no quiso formular declaraciones públicas. Quien sí habló fue el actual presidente de CiU, Artur Mas. Lo hizo para destacar que Cataluña ha dado este "importante salto adelante" en su autogobierno "con la mano tendida hacia toda España". El ánimo de los nacionalistas durante todo este proceso ha sido, afirmó, "el de hacer una gran operación para Cataluña y al mismo tiempo una gran operación de Estado".
Mas tuvo también palabras para agradecer la "decisiva" implicación del presidente Rodríguez Zapatero para culminar el proceso con éxito.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de marzo de 2006