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Crítica:MADRID EN DANZA

Un particular estilo

La compañía de Reggio Emilia viene a Madrid con dos obras muy diferentes entre sí, pero ambas representativas del quehacer de su coreógrafo titular. Bigonzetti dispone de una plantilla cosmopolita y de un buen nivel de baile con los que sigue intentando desde hace prácticamente una década cuajar un estilo coréutico particular. Naturalmente, el nivel del producto coreográfico no se asegura solamente por la disponibilidad material, y esto se hace muy evidente cuando el experimento no pasa de ser un taller bien envuelto.

La pieza sobre Mozart resulta lenta, desequilibrada y sin constituirse en obra coherente; mejor fortuna corre la segunda, que ya el coreógrafo exportara a otras compañías y donde un cierto efectismo en el uso del folclor local le acerca a la estética de Duato en los tiempos de Arenal. La gestualidad, a veces compulsiva y repetitiva, no siempre ilustra la riqueza del sonido y ni siquiera le sigue. Este problema casi de corte endogámico es bastante recurrente en la coreografía contemporánea.

Compañía Aterballetto

Wam (música W. Mozart); vestuario: Maurizio Millenotti. Cantata (música tradicional napolitana interpretada por el grupo Assurd); vestuario: Elena Medeiros. Luces: Carlo Cerri; coreografías y dirección: Maurio Bigonzetti. Teatro Albéniz. Madrid, 1 de abril.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de abril de 2006