Más de 45 millones de tailandeses fueron convocados ayer a votar en unas polémicas elecciones legislativas anticipadas, convocadas por el primer ministro, Thaksin Shinawatra, tras una larga campaña de protestas en la que se le ha acusado de corrupción. Todo apuntaba ayer a que los comicios, boicoteados por los tres principales partidos de la oposición, no acabarán con la crisis política.
Thaksin, un multimillonario de 56 años, ha convertido las elecciones en un referéndum sobre su mandato, al decir que dimitirá si su partido, Thai Rak Thai (TRT, Tailandeses Aman lo Tailandés), no logra el 50% de los votos. Dado que en 276 de las 400 circunscripciones los únicos candidatos fueron del TRT, por el boicoteo de la oposición -el Partido Demócrata, Chart Thai y Mahachon-, el voto de abstención será clave, ya que la participación era obligatoria.
Según los resultados preliminares (los definitivos se conocerán mañana), las abstenciones superan los votos logrados por el TRT, indicó la Comisión Electoral, que citaba recuentos que corresponden a Bangkok, donde la oposición tiene muchos seguidores. El TRT cuenta con lograr apoyos en las zonas rurales. En las anteriores elecciones, en febrero de 2005, ganó 377 de los 500 escaños.
La Comisión Electoral anunció que habrá que repetir los comicios en las circunscripciones en las que han quedado escaños vacantes, al no lograr el TRT el mínimo del 20%. Es indispensable completar los 500 escaños del Parlamento para poder formar Gobierno.
La violencia no faltó en la jornada. Cuatro soldados y dos policías resultaron heridos al estallar tres bombas en colegios electorales en el sur del país, de mayoría musulmana. Unas 1.300 personas han muerto desde que el separatismo islámico reanudó su lucha, en 2004.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de abril de 2006