La reestructuración del gigante holandés Unilever afectará también a su filial española. La externalización de los departamentos de finanzas, recursos humanos e informática, por un lado, y la simplificación organizativa, por otro, va a suponer concentrar las oficinas centrales en Barcelona bajo la responsabilidad única de José María Vilas y el excedente de unos 150 trabajadores, informó ayer la dirección a los sindicatos.
El grueso del ajuste afecta a Madrid. Aunque Unilver se limita a hablar de "traslado de algunas áreas funcionales de Madrid a Barcelona", fuentes conocedoras del plan aseguran que las oficinas de Madrid serán "testimoniales" y que el excedente se gestionará mediante traslados, recolocaciones en las empresas subcontratadas, prejubilaciones y bajas incentivadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de abril de 2006