El Ayuntamiento de Valencia espera que el fallo judicial que declaró ilegales las obras de ampliación de Mestalla no tenga ningún efecto práctico y fía la solución final al traslado futuro del estadio a los terrenos municipales de la avenida de las Cortes Valencianas. El teniente de alcalde, Alfonso Grau, recordó ayer que en el pleno de la semana pasada preguntó al secretario municipal "en qué sentido hay que cumplir la sentencia y qué alcance tiene", y este "dijo lo que dijo". Es decir, que la resolución judicial se ejecuta reconociendo que la modificación del plan general que permitió la ocupación de vías públicas para hacer la obra "no existe y todo se rige por el régimen anterior". Admitido que la ampliación de Mestalla está "fuera de ordenación", empezó la frase Grau, "se cumple la sentencia", terminó el secretario en el pleno. La alcaldesa, Rita Barberá, tras votarse el acatamiento del fallo, aseguró: "Cumplimos la sentencia en este acto".
No obstante, como reiteró ayer Grau, el gobierno del PP ha encargado un informe al secretario y a los servicios jurídicos para que se pronuncien sobre la aplicación de la resolución judicial y la situación en que quedan los terrenos permutados con el Valencia CF con el fin de posibilitar la obra. El teniente de alcalde anunció que hará público el informe y lo remitirá a la Federación de Asociaciones de Vecinos, que ganó el caso al Ayuntamiento y ha enviado un escrito en el que exige conocer del PP los plazos y las medidas para ejecutar el fallo.
Grau defendió ayer que los dos convenios firmados con el Valencia CF -recalificación para uso residencial del solar de Mestalla y permuta del suelo público del futuro estadio y un centro comercial a cambio de terrenos sin determinar- "son absolutamente transparentes y están absolutamente dentro de la legalidad". El teniente de alcalde arrancó así una dura intervención contra el portavoz socialista, Rafael Rubio, al que acusó de ser el "responsable" e "instigador" de que un comunicado del PSOE incluyera el martes estas operaciones urbanísticas en una lista de casos de corrupción del PP. Para el dirigente popular, la posterior rectificación socialista -emitida a raíz de un comunicado del club que anunciaba medidas legales- desautoriza a Rubio, al que invitó a "marcharse a su casa".
Rubio atribuyó la comparecencia del teniente de alcalde al "nerviosismo" del PP ante encuestas que demostrarían el ascenso de la izquierda en Valencia a un año de las elecciones municipales. El portavoz socialista consideró que la polémica queda zanjada con el comunicado del PSOE y reiteró sus críticas a la operación urbanística entre el club y el Ayuntamiento: "Las cuentas de las empresas no se pueden sanear a costa del patrimonio público". Los socialistas, al no recibir respuesta a sus alegaciones, preparan la probable presentación de un contencioso-administrativo contra el convenio firmado por el PP y el Valencia para la construcción del nuevo estadio por considerarlo "gravoso" para los intereses municipales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de abril de 2006