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El Gobierno recuerda al PP que Cataluña tiene símbolos "nacionales" desde hace 26 años

El presidente señala que los vascos sólo decidirán su futuro "conforme a la legalidad"

El Gobierno, por boca de su vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, recordó ayer al PP, en la sesión de control al Gobierno, que Cataluña tiene desde hace 26 años instituciones y símbolos "nacionales". Respondía al secretario general de los populares, Ángel Acebes, al que la vicepresidenta le apostilló que el PP, mientras gobernó, "jamás lo cuestionó". Acebes quería saber si el término nación queda reservado a los organismos de la Generalitat. Fernández de la Vega contestó con rotundidad: "Evidentemente, no", y pidió a Acebes que "abandone sus obsesiones".

El dirigente del PP contó en su pregunta que CiU ha registrado una propuesta en el Parlamento catalán "para que sólo los organismos e instituciones de la Generalitat puedan ostentar el calificativo de nacional". Según Acebes, "ninguna institución del Estado podrá tener la denominación de nacional porque ya la nación es Cataluña y a ella queda reservado en exclusiva su uso y, en consecuencia, promueve erradicar nación española de Cataluña, en todo". Fernández de la Vega, además de la negativa inicial, le contestó después que "el término nacional es un término diverso, plural y pacífico, como lo son la sociedad catalana y la sociedad española y así lo ha sido su utilización".

La vicepresidenta del Gobierno recordó a Acebes que "desde hace 26 años existen una fiesta nacional, un himno nacional y un archivo nacional en Cataluña y que yo sepa su Gobierno jamás lo cuestionó".

Le añadió otros ejemplos e incluso le recordó que un Gobierno del PP creó un Consejo Nacional de Archivos y una Comisión Nacional de acceso documental, "y a ustedes les pareció estupendamente".

Antes, la diputada de EA Begoña Lasagabaster preguntó al presidente el Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, si la resolución del Congreso, aprobada en mayo, sobre posibles conversaciones con ETA tras el cese del terrorismo, y que recogía el respeto a la voluntad popular, "llevaba también implícito el respeto a lo que decidan también los representantes de la ciudadanía vasca". Sin mencionarlo, Lasagabaster pareció referirse a algo así como un nuevo plan Ibarretxe.

Rodríguez Zapatero fue muy tajante: "Usted y yo somos consecuencia de la capacidad de decidir de los ciudadanos", pero la democracia se sustenta, además, "en el respeto a las reglas y los procedimientos legales". Luego le dijo: "Esa decisión del pueblo tiene que producirse siempre conforme a la legalidad".

El presidente del Gobierno aludió a una posible reforma estatutaria cuando dijo: "Se puede ensanchar todo, pero no se puede orillar ni aislar el camino de las reglas y de los procedimientos de la legalidad".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de abril de 2006