El diseño urbanístico presentado ayer es sólo el primer paso de una ardua tarea que empieza ahora. Primero se debe derribar la antigua feria de muestras y "decidir quién paga" el coste del derrumbe, explicó el alcalde bilbaíno. Las instalaciones son propiedad del Gobierno vasco, la Diputación vizcaína, el Ayuntamiento de Bilbao y la Cámara de Comercio. Azkuna señaló que el lunes los cuatro propietarios deben discutir sobre ello. Apenas una hora después, el diputado general de Vizcaya José Luis Bilbao restó importancia a este asunto. "No costará mucho", dijo, tras anunciar que la demolición empezará este año. Según sus palabras, los planes de derribo están bastante avanzados, ya que comentó que está prevista la recuperación de los materiales.
En los próximos meses se deberá elaborar el proyecto del nuevo San Mamés y el plan financiero, que será el siguiente escollo. En el caso del campus tecnológico de la UPV hay más definición, porque existe una estimación para las reformas que se van a acometer -que incluyen a los campus de Leioa y Sarriko- y está asegurada una aportación "económicamente importante" de la Diputación. José Luis Bilbao se reunió ayer con el rector Juan Ignacio Pérez y acordaron firmar un convenio después de Semana Santa.
La financiación de San Mamés será más complicada. El presidente del Athletic, Fernando Lamikiz, quien compareció junto al rector y al diputado general una hora después de la rueda de prensa de Azkuna, no dio ayer ningún dato, aunque se habla de un presupuesto de 180 millones de euros. José Luis Bilbao aseguró una aportación foral y reclamó lo mismo al resto de las instituciones, en un mensaje dirigido especialmente al Gobierno vasco.
Postal de la ciudad
Las autoridades vizcaínas quieren que el Ejecutivo vasco aporte fondos, como hizo con la construcción del estadio de Anoeta, en San Sebastián. "El Ayuntamiento [de Bilbao], la Diputación y el Gobierno algo tendrán que poner. Como se hizo con Anoeta, Ipurua y Mendizorroza", manifestó. Estos tres campos son de propiedad municipal, mientras que San Mamés es del club bilbaíno. El diputado general mostró su esperanza en que el Gobierno vasco se involucre "de verdad" con el nuevo estadio, al que definió como una postal de la ciudad, "como el Guggenheim".
La presentación del diseño de la zona donde irá el nuevo San Mamés y el campus tecnológico fue ayer motivo de alabanzas mutas entre las instituciones. El Ayuntamiento se felicitó del encaje logrado, aunque el alcalde reconoció que ha requerido un trabajo "arduo". La Diputación convocó una comparecencia expresa sobre el tema, aunque el diseño urbanístico ha correspondido en exclusiva al consistorio. "Agradezco al ayuntamiento y en especial al alcalde por haber aunado diferentes propuestas y necesidades", afirmó Bilbao.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de abril de 2006