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Análisis:A LA PARRILLA | PROGRAMACIÓN

No hay drama

Juan Goytisolo habló la semana pasada en Madrid, dentro del homenaje que el Instituto Francés le ha dedicado a Marguerite Duras, del gran sentido del drama de la escritora francesa. Cada vez que Goytisolo venía a España desde París, incluso a finales de los años sesenta, Duras se inquietaba: "¿Y si te torturan al llegar?". También la autora de El amante tenía ese mismo instinto para el amor, como contó Jeanne Moreau en el homenaje. "¿Cuánto has sufrido ayer?", le preguntaba a diario a la actriz en un momento de ruptura sentimental.

El drama ha desaparecido, por el contrario, de nuestras cadenas, o ha sido confinado a los culebrones de sobremesa, entre los que sigue destacando Amor en tiempos revueltos (TVE-1). Ya no hay dolor de ficción en el prime time, sino sólo comedia, parodia o truculencia en forma de thrillers. ¿Dónde están las series de antaño? Para paliar esa falta me he estado poniendo los DVD que la revista Tiempo saca cada semana, y, aparte de otras consideraciones nostálgicas (ver a Aitana Sánchez-Gijón, a Eusebio Poncela, a Charo López, a Santiago Ramos, tan buenos actores como siempre y 25 años menos), me ha sorprendido gratamente el alto nivel de calidad, no desmerecido por el paso del tiempo, de La regenta de Méndez Leite, Los gozos y las sombras de Moreno Alba, a los que habría que añadir otros grandes clásicos de la RTVE de los ochenta, como Cervantes de Alfonso Ungría o Los pazos de Ulloa de Gonzalo Suárez. Todos tuvieron éxito.

Hoy tan sólo los valencianos (de Canal 9) se atreven, de vez en cuando, a ese tipo de melodrama literario, buscando su inspiración en Blasco Ibáñez, Gabriel Miró o los Borgia, macroserie que acaba de terminar Antonio Hernández con los auspicios también de Antena 3, lo cual indicaría que no es un problema intrínseco, ni de dinero. ¿Somos más indolentes ahora los telespectadores, más banales, o estamos más angustiados? Un informe reciente señala sin embargo que los telediarios dan tres veces más noticias de sucesos que hace cuatro años. El drama derrotado por el morbo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de abril de 2006