"Las cárceles de Franco eran un monstruo pensado para socavar y destruir el espíritu de los reclusos republicanos. En vez de eso, lo único que consiguieron fue acentuar el antifranquismo y que los presos se incorporasen a la lucha contra la dictadura cuando recobraron la libertad", afirmó Amparo Salvador, presidenta del Fòrum per la Memòria del País Valencià.
Y uno de esos mayores monstruos fue, en Valencia, el monasterio de Sant Miquel dels Reis, ahora sede de la Biblioteca Valenciana y, ayer, escenario del homenaje a los prisioneros del franquismo, que entre 1939 y 1966, pasaron a miles por sus celdas. Alrededor de 150 personas acudieron a la cita y escucharon atentos y emocionados los trágicos testimonios de tres víctimas de la posguerra: Isidro Guardia, ex recluso de Sant Miquel dels Reis, escritor y periodista; Vicente Muñiz Campos, hijo de presos republicanos fusilados en Paterna, y Julia Gómez Martín, quien a los 4 años de edad ya vivía entre rejas.
En este contexto, Amparo se dirigió al Gobierno central para exigir la nulidad de los juicios extrajudiciales, la reparación moral y económica y la responsabilidad de los crímenes perpetrados durante la guerra civil española y la dictadura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de abril de 2006