La ausencia de un estudio de impacto ambiental en las obras de la M-30, una de las grandes circunvalaciones de Madrid, ha sido la causa de la apertura de un expediente a España, por parte de la Comisión Europea. El citado estudio tenía que ser realizado por el Ayuntamiento de Madrid. También, la Comisión Europea ha abierto un segundo expediente de infracción a España debido a que la nueva legislación urbanística valenciana no cumple las directrices comunitarias.
Hace unos meses, el Parlamento Europeo condenó el modelo urbanístico valenciano -promovido por el PP-, después de recibir más de 15.000 quejas de afectados por abusos urbanísticos. Así mismo, Bruselas ha reñido a España y le concede dos meses para que explique y proponga medidas por el hecho de que la urbanización Las Atalayas, de Peñíscola (Castellón), se levanta en una zona protegida de la red Natura 2000, sin declaración de impacto ambiental. No se tomaron precauciones para proteger su valor ecológico.
Si a todo esto añadimos la serie negra de Marbella y otros desastres urbanísticos contra la tierra, la naturaleza, el paisaje y la gente, esto es una gran vergüenza. Los expedientes no pararán.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de abril de 2006