Vilgot Sjöman fue director de cine, escritor, guionista y, sobre todo, controvertido innovador social que rompió con los tabúes sexuales y sociales de su época.
En sus comienzos se sintió atraido por la literatura y escribió la novela Lektorn (1948), que recibió una crítica elogiosa y que años más tarde fue llevada al cine. Se consagró como periodista con sus reportajes I Hoollywood (1961) y Dagbok med Ingmar Bergman (1963) Admiraba al gran maestro del cine sueco,de cuya Nattvardsgästerna (1963) relató el rodaje. Escribió también una biografía de Olle Hedberg, novelista y miembro de la Academia Sueca, y un libro de memorias, Mitt personregister. Su último trabajo fue sobre la vida de Alfred Nobel, primero en libro y en 1995 convertido en película por él mismo con el título de Alfred. Como corolario de su vida de rebelde contra cualquier clase de limitación o agresión a la creación artística, el filme derivó en una demanda contra el canal de televisón que, al emitirlo, lo interrumpió con tres tandas de anuncios. A Sjöman la muerte le llegó unos días antes de que el tribunal le otorgase la victoria en esa demanda. Había tenido el apoyo de otros cineastas, Ingmar Bergman entre ellos.
Sjöman debutó como director con Älskarinnan (1962), una historia de un triángulo amoroso con actores que más tarde serían conocidos: Bibí Andersson, Max von Sydow y Per Myrberg. A la crítica no se le escapó el nuevo talento. Después realizó una película sobre una novela de Lars Görling, con el título de 491, que tocaba el tema de la delincuencia juvenil y originó un gran escándalo político, al punto de que el filme fue prohibido por la censura durante un tiempo.
El escándalo en materia sexual lo produjo con sus filmes, Yo soy curiosa-amarillo y Yo soy curiosa-azul, interpretados por Lena Nyberg y Börge Ahlstedt. El franquismo las prohibió.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de abril de 2006