Músicas de Pasión en el Centro Cultural de la Villa. No sólo saetas, sino otras muchas formas de músicas sacramentales. El Padrenuestro, por ejemplo, que cantó Laura Vital. Aunque el fuerte está en las saetas, de las que oímos unos cuantos ejemplares, de diversas formas y por distintos palos.
Colgadas de una narración que a veces se hizo demasiado larga, las saetas y demás cantos sacramentales van surgiendo rotándose los cantaores. Todos fueron buenos, incluso el conjunto Trovadores, que interpretó piezas más ligeras, insertando copla y sevillanas en unos cantos populares dignos de atención.
Los saeteros cumplieron sobradamente las expectativas. José Menese cantó varias saetas con garra y empeño de salir airoso, más una que dio de propina al final. Es cantaor con la voz apropiada para el cante saeteril, que surge poderoso en todo momento. Laura Vital hizo las suyas un tanto frías, quizá, pero llenas de empaque y unción, correspondiéndole la difícil misión de abrir el fuego. Ella cantó además un Padrenuestro muy hermoso, realmente importante. Por último, David Pino, el mejor de todos a mi juicio, cantó saetas dificilísimas que le exigieron esfuerzos fuera de lo común.
Sentimientos de Pasión
Cante: José Menese, Laura Vital, David Pino, Trovadores. Narrador y recitador: Juan Ortega. Centro Cultural de la Villa. Madrid, del 13 al 15 de abril.
El público -no demasiado exigente- aplaudió con complacencia, ya que el espectáculo en su conjunto fue grato de ver y de oír, con una música de fondo adecuada en todo momento. Es un espectáculo condicionado por las fechas, pese a lo cual tiene carácter y entidad. Parece imposible que este tipo de músicas dé para una función teatral, pero, una vez puestos, los autores hallan motivos de sobra para lograrlo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de abril de 2006