El nuevo presidente de la federación andaluza de gays y lesbianas, Colegas, es David Cedeño (Morón de la Frontera, 1977). Trabajó como voluntario en Colega Córdoba, fue secretario y después presidente de la agrupación. Además, ocupó la vicepresidencia del Consejo de la Juventud de Andalucía.
Cedeño reconoce que en los últimos años se ha avanzado muchísimo en el reconocimiento de derechos del colectivo homosexual, pero advierte de que no hay que caer en el triunfalismo: "A veces se habla tanto de lo que se ha avanzado, que se eclipsa lo que queda por hacer. Pero el problema de la discriminación de gays y lesbianas no está resuelto. Se han dado pasos fundamentales para darle solución, aunque sabemos que hay situaciones que se perpetúan y hay que luchar contra eso". Escenarios que ejemplifica: "Todavía no se ve como algo natural a las familias conformadas por miembros del mismo sexo. O, en las escuelas, a menudo sigue viviéndose con violencia el hecho de ser gay o lesbiana. El bulling [acoso moral] es algo que nosotros conocemos desde hace muchos años".
Unos fenómenos que se dan, según dice, "justamente en aquellos ambientes que deberían ser refugio para las personas. En especial para los jóvenes, que desde muy pronto empiezan a ver que no pueden vivir en sintonía con su orientación sexual". "Debemos ser capaces de que aquellas personas que puedan vivir con más dificultades su orientación sexual, como pueden ser los jóvenes y los adolescentes, se puedan desarrollar con garantías de naturalidad", afirma.
Cedeño destaca que, para realizar esta labor de concienciación social, se ha formado una comisión ejecutiva que equilibra muy bien juventud y experiencia, con representantes que proceden de prácticamente todas las provincias andaluzas y que llevan muchos años trabajando.
Para conseguir los cambios sociales que el colectivo andaluz de gays y lesbianas se plantea, Cedeño implicó a todos sin excepción: "La pelota está en el tejado de todos los vecinos, de los movimientos sociales y de los partidos políticos para que sigan apostando por la igualdad". "Aquellos que no lo han hecho", advierte, "que se incorporen ya, porque van a perder el tren de la igualdad, que es lo que quieren los ciudadanos".
La Iglesia, frontalmente opuesta a la Ley de Matrimonios Homosexuales, tampoco escapa de las reflexiones de David Cedeño. "La Iglesia es libre de juzgar, pero debe de hacerlo con más respeto hacia los gays y las lesbianas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de abril de 2006