Barcelona se convertirá dentro de un mes en la capital europea del motociclismo. Anesdor, la patronal del sector de las dos ruedas, y Fira de Barcelona trabajan estos días en la organización de la gran semana de la moto de Barcelona, Motoh!, que se celebrará entre el 17 y el 21 de mayo en Montjuïc. El sector ha dejado atrás la crisis: la autorización para conducir motocicletas ligeras, de hasta 125cc, con el permiso de conducción de turismos, ha permitido batir el récord de matriculaciones en España. Motoh! cuenta ya con 190 expositores y 20 novedades confirmadas.
El nuevo salón prende el testigo del efímero salón internacional de la motocicleta, Motorshow, que sólo ofició tres ediciones, dos en Barcelona (1999 y 2001) y una en Madrid (2000). El sector entró en crisis al ser penalizado por una importante subida del seguro obligatorio y por restricciones en la edad mínima para su conducción.
La posibilidad, desde octubre de 2004, de que los titulares de permiso de conducir tipo B (turismos) con más de tres años de antigüedad puedan llevar una moto de hasta 125cc y 15 caballos, ha dado alas al sector, cuyo volumen de negocio se estima en 1.600 millones y emplea a unas 1.700 personas. Finalizó 2005 con un crecimiento del 75% respecto al año anterior y 205.626 unidades matriculadas, récord histórico.
Anesdor ha vuelto así a recuperar la idea de crear un salón. "Tras superar la crisis que se inició en 2001, llevábamos un año pensando en un evento de estas características. Se lo propusimos a Ifema [Feria de Madrid] y a Fira y fue ésta la que se interesó antes", relata Jorge Lasheras, presidente de Anesdor y del comité organizador de Motoh!
Barcelona es la cuna del motociclismo en España. No sólo porque Cataluña alberga la industria española (Derbi, Gas Gas, Rieju, Yamaha, Montesa-Honda, además de las desaparecidas Bultaco -de cuyo fundador, Paco Bultó, es nieto el piloto Sete Gibernau-, Sanglas u Ossa). Posee también uno de los mayores parques de motocicletas de Europa, con 400.000 unidades.
El salón, no obstante, nace, como Motorshow, con vocación itinerante: el año que viene se celebrará en Madrid y no se descarta también que se traslade a Valencia o Sevilla, "ciudades que se están abriendo cada vez más a las motocicletas", avanza Lasheras, presidente de Yamaha España, que acaba de celebrar sus bodas de plata.
Actividades paralelas
Aparte de ser un escaparate de las principales marcas del sector, con 20 novedades nacionales previstas, otro de los atractivos de la gran semana de la moto serán las actividades paralelas, que implicarán a toda la ciudad. "Queríamos escapar de la organización de un salón tradicional", explica el presidente del comité organizador.
Entre ellas destaca el área de exhibiciones deportivas en la avenida de Maria Cristina, una escuela de conducción, pruebas de vehículos y hasta una pasarela de moda: un desfile en el que se podrán ver las últimas tendencias de la moda motera.
Los organizadores no tienen datos de la economía inducida del acto, que se celebrará la semana posterior al Gran Premio de España de F-1, en Montmeló, y un mes antes del Gran Premio de Cataluña de Motociclismo. "No hemos querido que el salón coincidiera con el Gran Premio de Motociclismo por temor a que su impacto mediático lo ensombreciera".
El salón ocupará 20.000 metros de superficie, cuenta con 190 expositores pertenecientes a todos los sectores de la industria (motocicletas, quads, motos de agua, accesorios, equipamientos, etcétera) y tiene una previsión de más de 200.000 visitantes.
Anesdor ve el futuro con relativo optimismo pero advierte al Gobierno de que "impulse el sector de las dos ruedas con un plan prever similar al de los automóviles" ante la próxima entrada en vigor de nuevas exigencias en cuanto a emisiones de gas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de abril de 2006