La futura emisión en Alemania de una serie que parodia a la cúpula de la Iglesia católica, teniendo como protagonistas a un Papa y un cardenal no precisamente modélicos, ha molestado y movilizado a la comunidad católica de aquel país. En estos momentos vuelve a mi mente la polémica por la publicación de unas viñetas de Mahoma. La reacción de muchos medios de comunicación europeos consistió en republicar las viñetas, supuestamente para alinearse con la libertad de expresión. Sin embargo, la libertad de expresión no debe servir como excusa para el mal gusto o la falta de respeto. Me gustaría saber si para proteger la libertad de expresión esos medios van a repartir ahora un vídeo con la polémica serie Popetown.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de abril de 2006